jueves, 28 de junio de 2007

ANTECEDENTES

ANTECEDENTES:

HISTÓRICOS
El reconocimiento de la hipertensión arterial y su importancia clínica se remota al año 1733,cuando el sacerdote, fisiólogo y botánico inglés Stephen Hales; considerado como:“El padre de la medición de la presión arterial”, publicó su trabajo denominado “La determinación arterial en animales” al canalizar la arteria de una yegua con un tubo de vidrio, observando cómo la columna de sangre ascendía con cada latido del corazón.
Posteriormente, Samuel Kart Ritter von Bosch, médico particular de (Maximiliano archiduque de Australia y emperador de México), creó el primer dispositivo para medir la presión arterial sin necesidad de hacer ninguna incisión arterial(www.fundaciondelcorazon.com).


El prototipo del esfingomanómetro, fue creado por Scipione Riva Ricci en el año de 1896, y la técnica para determinar la presión arterial por medio de la auscultación se le debe a Korotdoff en 1905; quién estudio y describio los sonidos que se escuchan durante la auscultación de la tensión arterial producidas por la distensión súbita de la arterias, cuyas paredes, en virtud del brazalete neumático colocado a su alrededor, han estado previamente constreñidas; a las que se conoce como: ruidos de Korotkoff; que son vibraciones de baja frecuencia que se originan en la sangre y en las paredes de los vasos. En 1909, las compañias de seguros médicos privados, en los Estados Unidos de Norte América, realizaron campañas para la detección en Hipertensión Arterial en sus clientes asegurados. Posteriormente, Fisher en 1914, rechaza a los pacientes con 140 mmHg para la renovación de su seguro médico; y en 1920 se publican los primeros estudios epidemiológicos procedentes de éstas compañías de seguros. En las siguientes décadas, se sugiere la disminución en la ingesta de sal; e inician las investigaciones en fármacos que disminuyan la Hipertensión Arterial. Posteriormente, en 1972, surge el primer “Programa Nacional de Educación en Hipertensión Arterial” y 3 años más tarde, se forma el “Comité Nacional Conjunto para la Detección, Evaluación y Tratamiento de la Presión Arterial Elevada”.

EPIDEMIOLOGICOS

Las enfermedades cardiovasculares (Hipertensión Arterial, infarto al miocardio, angina, etc) representan el primer lugar de morbilidad y mortalidad en el paciente adulto a nivel mundial, ocasionando complicaciones de alto consionando complicaciones de alto costo para los pacientes y los sistemas de salud. La hipertensión arterial sistémica constituye uno de los mayores desafíos de Salud Pública, principalmente por la tendencia ascendente de su prevalencia.
En México desde hace más de dos décadas el problema de la hipertensión arterial se ha hecho más evidente, esto debido a las modificaciones en el estilo de vida en todos los grupos poblacionales. Se han realizado dos importantes estudios estadísticos con el fin de conocer la prevalencia de Hipertensión Arterial en México, el primero realizado en 1993, muestra una prevalencia de 26.6% de presonas con HTA, la segunda en el año 2000, muestra que la prevalencia se incrementó a un 30.05% lo que nos refleja que si en México la población actual es superior a los 103 millones de personas, 15.2 millones de personas padecen hipertensión en edades de 20-69 años, y que a partir de los 50 años la prevalencia supera el 50% lo que se traduce en que “Uno de cada dos mexicanos mayores de 50 años es Hipertenso” y en el sexo masculino abarca un 34.2% y en el sexo femenino de 26.3% (www.epidemiologiaencuestanacional mexicana2000.com).
De acuerdo a datos del National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) se ha demostrado una estrecha relación entre el índice de masa corporal (IMC) y la presión sistólica y diastólica. En México, de acuerdo a la ENSA 2000 se encontró que el total de la población hipertensa, el 38% cursaba con obesidad (www.nhanes.com)